La presente obra da por entendido que la pacificación, más allá de la victoria sobre la subversión armada, más allá de la caracterización terrorista, podemos detenernos en las múltiples aristas que alimentan un conflicto sustantivo, con raíces antiguas y detonantes que hay que desactivar con menos pasión y rencor y con mayor visión social y nacional. El precio de la paz es el que debemos pagar como sociedad en términos de concesiones, de acuerdos y de generosidad para luchar contra los lastres sociales, culturales, políticos y económicos que han demostrado ser lesivos a la convivencia armónica. Los factores disociadores que hemos aceptado y seguimos aceptando en muchos casos silenciosamente, se hacen presentes en nuestras vidas cotidianas y cobran su precio en dolor nacional y en la violencia que soportamos. (Extracto introducción).