La presenta obra nos narra, a manera de cuento, los momentos de miedo y peligro en la sierra del Perú cuando Sendero Luminoso comenzaba a desangrar al Perú. El libro arranca de la siguiente manera: “Cerca de Putaccasa hicieron un alto en la carretera por una inesperada oportunidad. Con el sonido preciso de metal que se desliza por el túnel calibrado de otro metal –el cla-clack ominoso-, la primera bala paso de la caserina a la recamara. Ordoñez puso la culata del fusil al hombro alineo la cruz de la mira con el objetivo, deslizo el índice dentro del guardamonte y, conteniendo la respiración lo presiono suavemente sobre el gatillo. A lo lejos, asoleándose bajo la luz del medio día andino, las perdices y las vizcachas no sospecharon jamás que la óptica convertía la lejanía en intimidad letal. La bala del HK91 solo dejo el cuerpo de los animales. La mira telescópica dio la distancia y la precisión, y de las cabezas quedo muy poco. Nada de apacibles viñetas cinegéticas, sino carne destrozada, cuerpos torcidos por el huracán inmóvil que arrebato las simples almas de plumas y vellocino. Tampoco nada hubo de metafísica con los cazadores que solo imaginaron el deleite de olla o sartén que les aguardaba”.