La presente obra es un ensayo fotográfico que mediante imágenes y testimonios gráficos reales busca reflejar el dolor y los traumas que ocasionaron los años de violencia en las zonas del interior del Perú, durante el conflicto interno contra el terrorismo. Este libro comenzó como un reportaje de diez días en la ciudad de Huamanga. Era 1994 y la capital de Ayacucho celebraba nuevamente, tras 14 años de violencia, la semana santa como solo los humanguinos saben hacerlo. Al mismo tiempo que sus calles intentaban retomar el color y la alegría de antaño, se enfrentaban a un número creciente de pandillas juveniles, muchas de ellas integradas por huérfanos del conflicto armado iniciado en 1980 por Sendero Luminoso. En julio de 1994 la autora inicio esta investigación en las casas hogares Juan Pable II de Huanta y Huancapi, sin saber que sería el inicio de un recorrido que duraría casi 10 años. De Ayacucho la autora paso a la selva central, donde Sendero Luminoso sometía cruelmente a la etnia ashaninka. Allí, en 1995, continua el trabajo en la misión franciscana de Puerto Ocopa en el departamento de Junín. La autora eligió estos departamentos porque fueron dos de los más golpeados por el terror de Sendero Luminoso y, desde mucho tiempo atrás, sistemáticamente abandonados por el Estado peruano. (Extracto presentación).