Guzmán prometió un “octubre rojo en Lima”. Octubre, un mes con muchas significaciones, había sido escogido por el jefe de sendero luminoso para mostrar al mundo y a sus propias huestes su real poder: lo que denomino el equilibrio estratégico, equilibrio que Guzmán pretendió conseguir con una arremetida hacia la capital. ¿Cuál era la moral de los limeños antes del 12 de setiembre? ¿Cuál la del país en su conjunto? ¿Y la moral de sendero luminoso? ¿Qué hubiera conseguido Guzmán libre en octubre? ¿Qué pudo ocurrir exactamente? Estas son algunas de las preguntas que absolverán, seguramente, nuestros historiadores. Con mejores datos, aquellos encontrados en la urbanización Los Sauces calle 1, Surquillo. Cuando se analicen en su momento nos revelarán en toda su magnitud, hasta qué punto la sociedad peruana, vivió la hora más decisiva de su historia republicana. Por esta razón, la detención de Guzmán, antes de convertirse en un festín de prensa amarilla, debe ser motivo de reflexión profunda y seria. Sin embargo en gran parte de nuestros medios de comunicación tan solo se escucha, se mira y se lee la epidermis, la superficie, de una realidad que es mucho más compleja. Una tarea patriótica de los medios de comunicación debe ser, en la actual coyuntura de orientar, informar, formar y educar en nuestro país a propósito de lo ocurrido el 12 de setiembre. (Extracto introducción).