“La finalidad de este trabajo es mostrar, aunque sea someramente, a los jóvenes en formación los amplios campos de misión que les espera; los caminos por los que tendrán que ir y venir, y los modelos de los que se tendrán que servir para llegar y realizar sus objetivos. También es importante remarcar la ventaja que tiene trabajar en grupo, unidos como iglesia”. Es así como el Padre Guillermo Álvarez, o.p. expresa el objetivo de su libro que, con el título “Un signo de esperanza”, recoge a través de un relato ameno y fluido, con fuerte carga testimonial, la crónica de las misiones de Ayacucho realizadas en los años 1986 y 1987. Estas misiones organizadas por la Conferencia de Religiosos del Perú reunieron en equipos a sacerdotes, religiosos y religiosas de diversas congregaciones en una experiencia eclesial y evangelizadora muy significativa. No debemos olvidar que por muchos años el departamento de Ayacucho fue duramente golpeado por el terrorismo demencial de Sendero Luminoso y la indiscriminada represión de las fuerzas armadas.