Este libro tiene un conjunto de ensayos y entrevistas realizados en los últimos veinte años y coincide con muchas de las conclusiones de la CVR escritas posteriormente. También precisa algunas diferencias con la CVR, como el tema central del informe, que no debería ser desde el punto de vista de “nosotros” como si ¨los otros” fuesen a los que llamamos indígenas o indios, que son los más, los casi todos, que ha sido víctimas y actores de la violencia estructural que aún sigue imperando en el Perú del tercer milenio. A partir de tales consideraciones resulta obvia, dice el autor del prólogo, resulta obvia la utilidad del libro y la necesidad de su lectura. Alejado de lo superficial y epidérmico visualiza que el fondo de todo fenómeno violentista está la falta de justicia, principalmente en el mundo andino, agredido de mil y un formas a través de los siglos. El Perú es un país donde subyace hasta la actualidad los rasgos y características de la violencia estructural. Un país donde encontramos diversos tipos de violencia: política, económica, cultural, narcotráfico, etc.