Pese a la magnitud de esos “crímenes contra la humanidad” y a la merecida pena de 25 |
años de prisión contra el reo arriba mencionado no corresponde, por cortedad, la sanción de |
“daños inmateriales y pagos compensatorios” a los familiares de los asesinados y las |
indemnizaciones a los agraviados con la irrisoria suma total de 90 mil dólares. ¿En poco se |
valora económicamente la vida y la dignidad humana en los países del Tercer Mundo?, porque |
en otros países los seguros de vida pagarían mínimamente sobre los cinco mil euros por gastos de sepelio nada comparado con los casos de la Cantuta |
, Barrios Altos y secuestros incividuales. |
Este es el punto flaco en las compensaciones. |
reparaciones una suma que sobre pase los quinientos mil dólares. |
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Por allí es la “furia” y el “shock” de la señora Satomi Kataoka administradora de un |
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hotel japonés –para la prensa peruana ella es “empresaria”– y esposa del reo condenado, quien |
al enterarse de la sentencia contra su marido, que no le ve desde el 2007, entre otros conceptos |
dijo: “es un shock total para mí, estoy hirviendo de furia”. |
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